Estamos convencidos de que un proyecto compartido aproxima voluntades y discrepancias.
La filosofía empresarial de Roberts & Beinicot gira en torno al eje cliente-valor. Pensamos que este binomio es el que da sentido a nuestra profesión y a nuestro esfuerzo diario.
Hacemos esta afirmación desde el más pleno convencimiento, conscientes de que cualquier empresa, independientemente del sector al que pertenezca, se considera orientada al cliente y a la generación de valor. Pero también sabemos que en demasiadas ocasiones se confunde el valor con el beneficio rápido y, casi siempre, el cliente es el último eslabón en la toma de decisiones.
Todo el equipo humano que conforma Roberts & Beinicot concedemos la dimensión adecuada al concepto valor y al concepto cliente. Y aquí radica precisamente nuestro elemento diferenciador. Intentamos en todo momento ponernos en el papel de las personas a quienes prestamos nuestros servicios y cumplir sus expectativas, que no siempre son las mismas sino que varían con el paso del tiempo. La predisposición para asumir este cambio y la capacidad para adaptarse a las distintas situaciones constituyen para nuestra empresa una garantía de éxito.
En un entorno de crisis sostenida como el actual, ni siquiera el paradigma vendedor-comprador, en el que nos situábamos hasta hace poco, es válido.
Roberts & Beinicot pretende una relación de mayor calado. El término cliente está ganando nuevas connotaciones. Para nosotros, se aproxima cada vez más al concepto de socio, de partner. Por ello, el cliente siempre es partícipe de nuestro proyecto, de nuestra filosofía empresarial y de nuestro estilo de gestión porque estamos convencidos de que un proyecto compartido aproxima voluntades y aleja discrepancias.
Nuestro asesoramiento y profesionalidad están contemplados en los términos “societarios” de la relación con el cliente y nuestro objetivo está siempre orientado a conseguir el beneficio mutuo.
Estamos convencidos de que un proyecto compartido aproxima voluntades y discrepancias.
La filosofía empresarial de Roberts & Beinicot gira en torno al eje cliente-valor. Pensamos que este binomio es el que da sentido a nuestra profesión y a nuestro esfuerzo diario.
Hacemos esta afirmación desde el más pleno convencimiento, conscientes de que cualquier empresa, independientemente del sector al que pertenezca, se considera orientada al cliente y a la generación de valor. Pero también sabemos que en demasiadas ocasiones se confunde el valor con el beneficio rápido y, casi siempre, el cliente es el último eslabón en la toma de decisiones.
Todo el equipo humano que conforma Roberts & Beinicot concedemos la dimensión adecuada al concepto valor y al concepto cliente. Y aquí radica precisamente nuestro elemento diferenciador. Intentamos en todo momento ponernos en el papel de las personas a quienes prestamos nuestros servicios y cumplir sus expectativas, que no siempre son las mismas sino que varían con el paso del tiempo. La predisposición para asumir este cambio y la capacidad para adaptarse a las distintas situaciones constituyen para nuestra empresa una garantía de éxito.
En un entorno de crisis sostenida como el actual, ni siquiera el paradigma vendedor-comprador, en el que nos situábamos hasta hace poco, es válido.
Roberts & Beinicot pretende una relación de mayor calado. El término cliente está ganando nuevas connotaciones. Para nosotros, se aproxima cada vez más al concepto de socio, de partner. Por ello, el cliente siempre es partícipe de nuestro proyecto, de nuestra filosofía empresarial y de nuestro estilo de gestión porque estamos convencidos de que un proyecto compartido aproxima voluntades y aleja discrepancias.
Nuestro asesoramiento y profesionalidad están contemplados en los términos “societarios” de la relación con el cliente y nuestro objetivo está siempre orientado a conseguir el beneficio mutuo.